Hace unos días empecé a cuestionarme sobre mi condición de ser mujer en una sociedad limeña profundamente machista, el #PerúPaísdeVioladores se hizo tendencia en Twitter y salieron indignados muchos hombres al defender a nuestro país como una marca independiente que no merece ser manchada con una etiqueta tan fea, aunque las estadísticas te estén gritando en la cara que el Perú es el tercer país a nivel mundial en violaciones, aunque exista gente que justifique la violación con comentarios tan absurdos como los que pueden leer en esta noticia y aparentemente ,¿ hay que seguir haciéndonos las locas cada vez que algún hombre nos grite cualquier cosa que se le ocurra, nos meta la mano o hasta nos viole? https://peru21.pe/cheka/redes-sociales/peru-pais-violadores-comentarios-redes-sociales-generan-rechazo-e-indignacion-381358
A nivel mundial se lanzó la campaña #MeToo o #YoTambién en español y es increíble la enorme lista de mujeres famosas que se han atrevido a denunciar acosos o violaciones contra productores y cineastas muy poderosos de Hollywood que aprovechan su poder o influencias para intimidarte, amenazarte, seducirte u ofrecerte un puesto de trabajo si te acuestas con ellos, juat? No señores, basta de callar, basta de hacernos los tercios cuando a tu costado hay un tarado mirándole las tetas a la mujer de tu costado y como no es tu amiga, hermana, tía, sobrina o conocida, que la miren nomás, ella lo está provocando seguro, “quién la manda a ponerse ese escote con tremendos mangazos” o por qué se ponen esas minifaldas que se les ve el asterisco y demás, ¿cierto?
Bianca tenía sólo 7 años cuando un viejo asqueroso con la cara cortada y que era mayordomo de su papá le ofreció guardarle un pedazo suculento de su queso favorito , el de la cáscara roja que su madrastra no quería que comiera y como ella siempre fue amante de los quesos, este señor lo escondía y la hacía subir por una escalera de caracol al cuarto de servicio para darle el queso… Recuerdo que mientras lo iba comiendo, este monstruo la iba manoseando por abajo, era la primera vez en su vida que alguien la tocaba, no entendía bien lo que estaba pasando, mientras comía el queso era manoseada, tenía ganas de gritar y salir corriendo pero más miedo tenía de que su papá le pegara con la correa por haberlo desobedecido y haber comido “del queso prohibido”, no se atrevió a decírselo a nadie, ni siquiera a sus hermanos mayores para que la defendieran, yo era su mejor amiga y tampoco me lo contó, su mamá nunca le habló acerca de cuidar su cuerpo ni dejar que nadie la tocara “en sus partes”, para colmo le ponían vestidos que hacían más fácil y cómodo el abuso, fueron unas 5 o 6 veces y cada vez era peor, incluso la última vez ese viejo mañoso la desvistió en su cuarto y no la violó sabe Dios por qué, tal vez su ángel de la guarda puso el pecho, tal vez no era su momento, tal vez la vida quería ser un poquito menos dura con Bianca que años después también fue manoseada por el papá de su padrastro y cuando por fin con 10 años se armó de valor para contarle a su mamá, ¿saben lo que ella le respondió? “Cállate mal agradecida, eres una envidiosa y no quieres verme feliz, por eso quieres arruinar mi matrimonio”, y así, hay muchas madres que saben que sus esposos o familiares están abusando de sus propias hijas y se vuelven cómplices, las atacan a ellas y defienden a los malditos sinvergüenzas arrechos que en vez de jalarse la tripa, comprarse una porno o tirarse a su mujer, van buscando por ahí carne más fresca, variar el menú o simplemente, dárselas de bacan para luego contarle a sus patas literal: “A esta perra le di duro, la puse al día, la hice gemir, gritó como puta y hasta le rompí el culo”.
Pido las disculpas del caso por tanta grosería, sé que parece una escena de alguna película peruana de barrio, pero les aseguro que así ocurre en la realidad, así pasó, nadie me lo ha contado, yo misma los he oído hablar, así se expresan de nosotras, muchos de ustedes incluso se siguen mandando videos porno, fotos eróticas, chistes machistas y les da miedo salirse de los grupos de WhatsApp por miedo a que los llamen maricones o cabros, que tu mujer te tiene pisado, etc… Paremos estas cifras señores, no seamos partícipes de estos círculos viciosos, todos nosotros conocemos a alguien que ha sido abusada de alguna manera, a mí también me han metido la mano en la calle, me han punteado en el bus cuando era colegiala y tenía 14 años, nunca olvidaré a un viejo verde que se paraba atrás de todas con una casaca roja en la mano que tapaba su miembro totalmente erecto, sentía una cosa dura atrás, pero el micro iba lleno, sólo atiné a moverme y luego observé como se iba desplazando de una a otra con total impunidad, fueron meses de sufrir ese abuso en la 13 y la 13ª que iba por toda la avenida Javier Prado, hasta que un buen día me armé de valor y le retiré la casaca, escuché un “OH, comunitario seguido por enfermo, violador, arrecho, agárrenlo” y el pata allí con la vaina al aire y todas nosotras en #ModoShock , ¿hasta cuándo me pregunto?
Unos años después, salía del estadio nacional luego de ver un clásico que acabó 0 a 0 y a pesar de que estaba con mi polo blanquiazul, tuve que pagar mi peaje con la mitad de Comando Sur que me metió la mano a sus anchas diciéndome “gringuita miraflorina, toma mientras, tan bonita aliancista, qué rico tarro” y prácticamente me hicieron sentir como que me estaban haciendo un favor en voltear a verme, me quedé paralizada y ni mis 3 hermanos hombres ni mi enamorado que era periodista deportivo pudieron defenderme de la estampida, me sentí tan impotente, tan desprotegida en una sociedad que no respeta a las mujeres, que se presta para la cochinada, que si ven a una chica que está siendo violada en una discoteca, en vez de sacarle la mugre al enfermo y evitar la violación, ¿se excitan mirando y hasta se ponen en cola con el pantalón abajo para seguirla violando?
#PerúPaísdeVioladores cuánto me dueles, cuánto me cuesta llamarte así, sin embargo depende únicamente de nosotros en cambiar esta etiqueta que hoy nos mancha como país, no seamos indiferentes ante cualquier situación de abuso, ya sea verbal, físico o sexual…
Mi amiga Bianca nunca más volvió a comer el queso de la cáscara roja, le costó años de terapia sanarse y dejar que su enamorado la toque porque recordaba las veces que fue manoseada y se bloqueaba, a veces las mujeres no tenemos ganas de hacer el amor, simplemente no nos provoca, pero hay hombres que no entienden un NO por respuesta y hasta siendo esposos, violan a sus mujeres, hermanas, sobrinas y hasta hijas…
Depende de ti cambiar, tú que vienes del vientre de una mujer, tú que elegiste ser hombre para cuidar y respetarnos. No nos hagas daño por favor, no te masturbes con nuestras vaginas, no te comportes como un animal, porque por algo tenemos cerebro y somos capaces de medir y controlar nuestros bajos instintos, tú que me lees, toma conciencia y comparte esta información con quien creas que lo necesita.
Gracias 🙂
Debe estar conectado para enviar un comentario.