Antes de juzgar mi vida, ponte en mis zapatos…

Hace 5 años, formé parte de un programa de Liderazgo llamado “Life Symphony” y en esos 4 meses me la pasé peleando entre mis ángeles y demonios, fue un camino muy difícil, el más retante de mi vida pero a la vez, fue el que me dio las herramientas para volver a alzar vuelo e ir en busca de mis sueños postergados hasta España donde estudié mi Maestría en Marketing y aunque hasta ahora no he podido ejercerla y tal vez nunca lo haga, la experiencia de vida en  esos 19 meses en Madrid fue única, no la cambiaría por nada y aunque el precio fue alto porque invertí todos los ahorros de mi vida, terminé una relación al estilo Disney con alguien que en 45 días me pidió matrimonio y formar nuestra propia familia, valió mucho la pena arriesgarme y sentir la recompensa de que cumplí una de mis metas profesionales.

Como supondrán el camino no fue nada fácil, me sentía sola, extrañaba demasiado a mi familia, me perdí el nacimiento de 3 de mis sobrinos, mis 40 con Mariachis donde sólo estuvo mi hermano mellizo aquí en Lima y yo en una cena entre amigos en Madrid, para colmo el 90% de mis compañeros del Master tenían entre 25 a 28 años y como que nunca encajé en ese grupo, me choqué una y otra vez contra la pared por pretender que las cosas se hagan como yo quería, me peleé con mi grupo, con el Tutor, ya ni siquiera me pasaban la voz para los viajes o juergas y en verdad, gracias a Dios, conocí a peruanos maravillosos que me hospedaron en sus casas brindándome ese calor de hogar que tanta falta me hacía, me enseñaron a cocinar “papa a la huancaína y ají de gallina” que es mi plato favorito, me adoptaron como un miembro más de sus familias y es por eso que siempre voy a vivir en completa gratitud hacia ellos, aprovecho este espacio para darles las gracias desde el fondo de mi corazón a Paul mi piraña, Pily y su maravillosa familia, Gracias Jeimy, Caro y Andrea mi querida Peke, gracias Flavito por tu compañía, gracias a mi room mate Javier, gracias Charo, Ade, Joha, Deivid y Juancito, en verdad gracias a todos mis queridos compatriotas que  con sus muestras de cariño y afecto, hicieron que mi estadía en España fuera realmente genial e inolvidable!

Hace casi 3 años que volví al Perú luego de haber recorrido todas mis ciudades favoritas del mundo, me siento muy afortunada de haber podido viajar sola a  Roma, Praga, Budapest, Viena, Londres, las Islas Griegas, de haber podido irme de crucero con mi papá, su linda esposa que es mi segunda madre y mi hermanita favorita que se llama Paola, nos fuimos 10 días en el Royal Caribbean a Mónaco, Cannes, Roma, Paris, Barcelona, Pisa y les juro que esos recuerdos vivirán en nuestros corazones para siempre…

No fue nada fácil empezar de nuevo, estuve 9 meses desempleada viviendo de mis tarjetas de crédito, querer cambiar de carrera a los 41 años fue una meta muy retadora que hasta ahora no he podido lograr, pero no me doy por vencida y como la plata va y viene, el dinero se genera, ya casi termino de pagar los S/100,000 a 4 bancos, estoy en la última curva con sólo S/10,000 en 1 solo Banco y declaro terminar de pagarlo este 2,015.

Bueno pues, este fin de semana tuve la grandiosa oportunidad de ser Staff de un excelente programa de Liderazgo llamado Lideratum, les confieso que cuando fui a la entrevista, pensé que no me iban a aceptar, cuando hablé 1 hora con Karla y me dijo “Bienvenida al Staff de Líder 26” me puse feliz, aunque en el fondo no me la creía y me daba miedo cagarla, meter la pata, no estar a la altura, me puse a juzgarme a mí misma por haber estado peleando estos últimos meses con el mundo, por vivir a la defensiva, por alzar mi voz para decir “al que le caiga el guante que se lo chante y si no te gusta mi forma de ser, pues jódete”, al final, me costaba escarbar dentro mío y dejar de vivir a la defensiva, siempre estuve acostumbrada a ser “la payasa del grupo”, “la loca de la historia”, “la cague de risa” y demás, pero analizando mi vida, he llegado a la conclusión que “soy perro que ladra, ya que no muerdo”, tengo mucho amor para dar a quien lo quiera y merezca recibir, ya no me importa “lucir bien”, creo que la belleza está en nuestro interior y que vivimos etiquetando y juzgando a todas las personas por su apariencia física, por su color de piel, por su raza, por su tamaño, si son gordos, flacos, cholos, con lentes, calvos, si tienen una mirada dura, si tienen cara de bruja, muchas veces ni siquiera hemos hablado con la persona y ya estamos pensando antes de que nos la presenten: “esta fea de mierda, ¿a quién le ha ganado?, ¿Qué se computa esta serrana?, !Pobre cholito que nunca fue nadie y ahora tiene plata y se jura la cagada!, ¿y este pata lleno de tatuajes?, ¿seguro es drogadicto?, ¿ y este chimbombo que todavía no sale del clóset?, ¡tremendo cabro es este porque se puso una camisa rosada o morada! , ¿y esta vieja choclona que se ha pintado el pelo color cucaracha?, ¡parece mi empleada del hogar! Y así les podría seguir mencionando una lista interminable de etiquetas que les ponemos a los seres humanos, antes de siquiera conocerlos…

¿Quieres juzgar mi camino?, pues bien, te presto mis zapatos para que te pongas un ratito en mi lugar, te presto mis zapatos para que camines aunque sea 1 día dentro de ellos y así puedas tener un mejor concepto de mí, les aseguro que se quedarán sorprendidos de las cosas que acabarán descubriendo, piensen muy bien antes de juzgar, de criticar, de rajar de alguien, de hacerlo mierda, dejemos de hacer bullying en los colegios, aprendamos a mirar desde adentro, muchas veces las demás personas son nuestros propios espejos y por eso nos cuesta tanto aceptarlos y quererlos. Gracias Katia, Karla, Juan Carlos, Nathaly, Raffaelo y a todos y cada uno de los miembros del Staff de Líder 26, el mundo necesita más líderes como ustedes, pocos son los valientes que se atreven a escarbar en su interior y abrir todas las heridas que los tienen estancados en el dolor, rencor y resentimiento. Muy pocos se atreven a perdonar de corazón y sobre todo a perdonarse a sí mismos por haberse saboteado todo este tiempo…

Tuvieron que pasar 5 años para que yo vuelva a tener el coraje de abrir esa puerta donde guardo mis más dolorosos y oscuros secretos, tuve que volver a caer para levantarme de nuevo y ser capaz de reconocerme, con mis luces y mis sombras. Gracias mi querida Claudia Melissa por haberme invitado a Lideratum, Dios quiera podamos seguir hasta el final y recorrer este camino todos juntos. Los quiero desde el fondo de mi corazón y me siento muy feliz y afortunada de poder estar en servicio y ser fuente de amor y liderazgo.